Si esto último lo que haces, entonces, ¡enhorabuena! Estás cometiendo plagio.
El plagio consiste en tomar parte del trabajo de otro y presentarlo como tuyo. El plagio es un delito y, como tal, está penado. Pero puedes evitarlo sin dejar de tomar ideas de los demás.
Existen 3 maneras diferentes de poder utilizar un documento y no cometer plagio: puedes citar las partes más importantes de dicho documento, poniéndolas entre comillas y a pie de página la cita, citando bibliográficamente o parafraseando, es decir, escribiendo con tus palabras la información encontrada.
Pero todo esto solo es necesario si el documento se encuentra protegido por el Copyright.
El Copyright estipula que la obra pertenece exclusivamente a su autor y que nadie puede utilizar ninguna de sus partes sin citar a éste hasta 80 años después de su muerte.
Pero también existen otros medios de protección de la propiedad intelectual que además nos permiten usar las obras a las que protegen. Estos son el Copyleft y Creative Commons.
El Copyleft tiene el efecto contrario al Copyright. Permite la difusión de las obras y que todo el mundo pueda usarlas, así como las copias de dichas obras.
Creative Commons, por su parte, permite ciertos derechos sobre las obras, pero siempre conservando la propiedad intelectual. Así, puedes utilizar la información, publicar las fotos o modificarlas, dependiendo de a qué derechos se acoja el autor. Eso sí, debes mencionar a quién pertenece lo que uses.
Así que ya sabes que debes hacer la próxima vez que hagas un trabajo. Y, si alguna vez detectas un signo de plagio en cualquier lugar, denuncialo. Si no, alguien se llevará un mérito que no le corresponde.
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